Las mascotas son consideradas miembros de la familia y desempeñan un papel emocional fundamental en la vida de las personas. En el contexto de una separación, la cuestión ¿Quién se queda con la mascota en un divorcio? suele ser un asunto delicado, donde la solución puede variar según las circunstancias y las decisiones tomadas por las partes involucradas.
En la actualidad, la custodia de las mascotas puede tener un acuerdo sencillo y personal cuando se trata de una separación sin la existencia de un matrimonio y este puede realizarse en un centro de conciliación, sin embargo, cuando se trata de un divorcio se pueden dar casos extremos y la custodia dependerá exclusivamente de la naturalidad del divorcio.
En casos de divorcio contencioso donde se establece custodia de los hijos, activos, patrimonio, entre otros, la mascota tendrá que esperar la decisión de un Juez de la República según los factores presentados.
Te puede interesar: Divorcio Express o de Mutuo Acuerdo: Todo lo que debe saber
¿Qué sucede si la mascota es un animal de apoyo emocional?
En Colombia, los animales de apoyo emocional son aquellos que brindan compañía permanente y confort a personas con ciertas condiciones médicas, particularmente de salud mental. Si una de las partes puede demostrar que la mascota cumple esta función, ya sea a través de certificación médica o evidencia de que el animal es esencial para su bienestar, esto puede ser un factor clave a la hora de determinar quién se queda con la mascota. Además, la
Si la mascota ha sido designada como animal de apoyo emocional, los tribunales pueden tener en cuenta esta certificación como prueba de que la persona que lo necesita debe quedarse con ella, priorizando el bienestar de la parte afectada.
¿Cuáles son los factores de custodia?
Si no hay un acuerdo y la disputa llega a instancias mayores como un Tribunal, la decisión también puede depender de diversos factores, como quién compró o adoptó inicialmente a la mascota, quién ha estado más involucrado en su cuidado y bienestar, y qué es lo mejor para el animal en términos de entorno y calidad de vida.
En algunos países, la legislación trata a las mascotas más como una propiedad que como miembros de la familia, por lo que se puede aplicar un enfoque similar a la división de otros bienes. Sin embargo, las leyes pueden variar, y en algunos casos, los tribunales pueden tener en cuenta el bienestar de la mascota al tomar decisiones sobre la custodia. Es importante consultar con un abogado especializado en derecho de familia para obtener orientación específica sobre el tema en la jurisdicción correspondiente.