La cuota de alimentos es un compromiso legal que busca garantizar el bienestar de los hijos, principalmente cuando los padres ya no conviven. Sin embargo, como toda medida sujeta a la realidad económica y familiar de las partes, esta obligación puede ser revisada por un juez si las condiciones cambian de manera sustancial.
En Colombia, sí es posible solicitar la reducción de una cuota de alimentos, pero esta decisión no depende únicamente de la voluntad del padre o madre obligado al pago. La ley exige una justificación seria, pruebas claras y un proceso legal.
Casos en los que se puede reducir la cuota de alimentos:
Existen situaciones naturales que se presentan y dan lugar a una reducción de la cuota. Algunos casos incluyen:
- Pérdida del empleo o reducción importante del salario.
- Enfermedades o incapacidades que limiten la capacidad laboral y reduzcan el salario.
- Nacimiento de nuevos hijos y nuevas obligaciones familiares relacionadas a la crianza.
- Cambios en las necesidades del hijo (por ejemplo, si alcanza la mayoría de edad o deja de estudiar antes de sus 25 años)
Eliseo Chaux, abogado experto en derecho de familia explica: “Con la reducción de la cuota alimentaria, la ley como tal, no busca beneficiar al progenitor ni excluirlo de sus obligaciones, sino, de garantizar un ingreso consistente para los beneficiados”
¿Cuál es el procedimiento para reducir la cuota?
Para que la solicitud sea válida, debe realizarse mediante un proceso legal ante un juez de familia, o por medio de una conciliación formal si hay acuerdo entre las partes. El paso a paso es el siguiente:
- Recopilar pruebas: documentos que acrediten la nueva situación económica o familiar (certificados laborales, historia clínica, constancias de ingresos, nacimiento de nuevos hijos, entre otros.).
- Contratar un abogado: un profesional en derecho de familia orientará el procedimiento y redactará la solicitud formal ante un juez o buscará el espacio conciliatorio en una comisaria de familia.
- Presentar la demanda: en caso de que no se logre conciliar, el abogado presentará una solicitud de modificación o reducción de la cuota alimentaria ante el juzgado correspondiente.
- Esperar el llamado a audiencia: en esta etapa se presentarán los argumentos y pruebas. Si el otro progenitor no está de acuerdo, el juez evaluará y tomará una decisión basada en el interés superior del menor.
- Decisión judicial: si el juez encuentra mérito, autorizará la reducción. Esta decisión queda registrada y es de obligatorio cumplimiento.
¿Se puede hacer una reducción por mutuo acuerdo?
Sí, pero solo si el acuerdo queda formalizado en una conciliación ante una comisaría de familia o en un centro de conciliación autorizado. No basta con un acuerdo verbal o informal. Toda modificación de una cuota de alimentos previamente fijada requiere formalidad legal para tener validez.
¿Qué no se debe hacer?
- Suspender el pago unilateralmente sin autorización judicial.
- Negociar acuerdos verbales sin respaldo legal para evitar mal entendidos.
- Suponer que la cuota disminuye automáticamente por pérdida de empleo, incapacidad u otros aspectos. Es deber del padre o la madre, notificar y buscar un acuerdo en común.
Estas acciones pueden generar consecuencias legales, como procesos ejecutivos, embargos, o incluso denuncias por inasistencia alimentaria y un posible registro como deudor de alimentos en el REDAM.
¿Cuál es el objetivo de la reducción de la cuota de alimentos?
Solicitar la reducción de una cuota alimentaria no es un acto de irresponsabilidad. Por el contrario, es una herramienta que permite adaptar las obligaciones económicas a la realidad actual, sin desconocer los derechos del menor.
Desde una perspectiva jurídica y humana, lo ideal es actuar con transparencia, buscar apoyo legal oportuno y nunca dejar de lado el principio rector de cualquier decisión en materia familiar: el interés superior del niño, niña o adolescente.
